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jueves, 19 de marzo de 2015

"Lo de Juan", porque lo mio seguro que no. Un viaje a los 80

Hola a todos!! hoy os voy a hablar de un local situado a mitad de la Calle Sevilla, Lo de Juan, este local se encuentra entre El Chiqui y El Dioni. Un sitio extraño, donde mi sensación era estar siendo transportado a los bares de los años 80. aun así decidí pedir algo para probar.



Al pasar por esa puerta, empece a observar que el local precisamente limpio, lo que se dice limpio, no estaba. Entonces, mire la barra, no había nadie dentro, pero esta si estaba llena de vasos y platos sucios, dando una impresión pésima. En ese momento, me miro un señor en sentado en una mesa, ya entrado en edad, junto a una señora, mientras se levantaba me iba preguntando que iba a tomar.

Le contestamos que dos cervezas, mientras echaba un vistazo rápido al bar, solo había otro cliente, aunque fijándome bien, era un señor más bien mayor jugando con una tablet con un delantal puesto, anda!! era el cocinero.

A continuación buscando la carta, el primer hombre, ya estaba sirviéndonos las cervezas, mientras recogía la barra, digo recogía porque no se puso a limpiar, si no simplemente dejo todo en el lavabo.

"Carta no hay", me dijo el camarero/propietario, (según había deducido, porque nadie tendría contratado un camarero así). Se puso a recitarme unas 6 tapas, ninguna d ellas tenía pinta que serian una creación de ese día, ya  que el cocinero parecía que tenía suficiente trabajo con la tablet. ¿Sería el jefe de comunicación, el community manager?, pero de pronto, recordé, que el bar estaba anclado en los años 80

La Comida

Probamos dos platos, los cuales no eran precisamente cocina de autor, pero me conformaba con que estuvieran buenos, a lo mejor podría recordar los platos de mi abuelo a quien le encantaba la cocina.

Croquetas de jamón, estaban aceitosas y se le habían abierto un poco. La textura estaba bien, una salsa bechamél con una buena consistencia, cremosa, el problema era que les faltaba sabor y el jamón creo que solo tuvieron relación con el por haber sido guardados en la misma nevera, ya que no existía. Empanado aceptable pero se le habían roto, cosa que no esta bien, puede pasarte en tu casa, no en un sitio en el que me cobraron a euro la croqueta.

Carrillada. Estaba buena, muy blandita, con buen sabor, me paracio que estaba hecho con un vino de de jerez como fino o manzanilla, o puede que montilla. Esto no me disgusto, le da un toque diferente al clásico vino tinto que se suele usar, respecto a la salsa, muy escasa, la zanahoria y cebolla, bases de la carrillada solo hicieron acto de presencía porque vi restos. Calentada para mi parecer mal, no soy muy amigo de los microondas, dejan seca la comida, uno de los motivos por los que no tenía salsa.

Acompañamiento. Aquí si hay que darle un punto a favor, eran patatas, si patatas. No esa masa de patatas  que se le da forma y se compra congelada. Si hombre, esa que  son tan aficionados los bares a poner. Realmente no estaban muy bien frita, además de un poco aceitosas, pero con que sean patatas, yo soy feliz

Pan y Aceitunas, Las Aceitunas normales, nada especiales pero tampoco malas. El pan, moreno, cosa que me agrada, pero, era de ayer lo cual me disgusta.

El servicio

Sinceramente era agradable, el señor fue simpático, eso si, todo desordenado, bastante sucio y al cocinero le tuvo que pedir que fuera  a la cocina cuando ya habíamos pedido las tapas, lo cual no me parece nada normal.

La anécdota del día, me volvió a transportar a los años 80. Yo estaba hablando con mi amigo dando la espalda a la cocina, cuando de repente huelo a tabaco, miro a mi izquierda y veo pasar al dueño con un cigarro en la mano encendido dirigiéndose a la puerta. Me quede en estado de chock, somos solo dos clientes, son las 14:30 y este señor fuma en el bar, es increible. Hasta que claro recorde que en los años 80 estaba permitido fumar en los bares

A la hora de pedir la cuenta, nos quedamos un poco dubitativos. ¿A quien llamar? al cocinero al lado nuestra enfrascado en su tablet o al camarero en la puerta bastante lejos de nosotros fumando un cigarro. Cuando nos dirigimos al cocinero, el camarero estaba atento y vino rápido.

La cuenta

El pecio fue seis euros, las tapas a dos y cerveza a uno. Para mí estuvo bien las cervezas (dos botellines) y la carrillada, porque eran tres trozos con patatas, eso si las croquetas abiertas a euro, bastante excesivo

Conclución

Bueno, si hablamos de volver no creo yo. Eso sí para hacer un viaje al pasado, creo que es el sitio oportuno.



Un saludo y ser felices

El Mijita

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